Mi primer viaje por Tailandia y Laos

Laos
Esta es la crónica de lo que fue nuestra primera aventura por la zona del Sudeste de Asia en Mayo, Junio de 2006. Ainnssssss, !!! Qué tiempos ¡¡¡ …. de este no tengo vídeo pero ya de los siguientes sí que grabé cosillas y las monté como documentales caseros, os dejaré los enlaces al emule para descargarlos a medida que vaya contando algo sobre cada uno de ellos.
Para ver las fotos del viaje:
http://www.flickr.com/photos/92572334@N00/sets/72157594186300908
Para comentarios, quejas, insultos y demás …..
botasmixweb@hotmail.com

Lunes, día 29 Mayo:

Llegamos a Madrid, al intercambiador de Avenida de América a eso de las 7 y desde allí en unos 30 minutos y haciendo un transbordo en metro, nos plantamos en Barajas. Facturamos (al final ya ni pedí tal o cual asiento, ya me daba igual) y a eso de las 12 rumbo a Bangkok con escala técnica en Roma. El viaje perfecto, casi completo, pelín pesado, la Thai como ya se ha comentado en el foro es un flipe. Te dan de comer y beber constantemente (yo hasta me tomé un par de cubas de Ballantines … para que me ayudaran a dormir, ya os imaginais …. J), tanto que incluso se pasan y hasta agobian, jejeje. Un par de pelis decentes y en unas horas ya estamos en Bangkok.

Martes, día 30 de Mayo:

Llegamos casi a las 8 con un poco de retraso, primer sorpresón con el calor y la humedad, ufff ostia, iba precavido con lo de la humedad pero eso era inimaginable, “bueno, estamos de vacaciones” … sonrisa renovada y tira millas. Nos esperaba la guía de Iberojet (al final no quedé con Ta, porque pese a que todo el mundo habla maravillas de él yo creo que no tengo confianza como para pedirle que venga a recibirme al aeropuerto, no sé, mi idea es ir el próximo año a ver Angkor y Birmania y como hay que hacer escala en Bangkok, una ciudad que me ha encantado y donde espero pasar 2 o 3 noches el próximo año, igual le comento de quedar para tomar unas shingas, todo se andará). Traslado al hotel (Hotel Narai, perfecta ubicación en plena calle Silom y gran relación calidad-precio, de verás que llevando una idea de dormir y desayunar exclusivamente es una gran opción) y primer contacto con los wats, se ven a docenas casi por todas partes. Llegada al hotel y la guía que, como os podeis imaginar, nos intenta enchufar las excursiones opcionales de rigor (cena crucero, mercado flotante, …). “No, no, no nos interesan … mira es que yo llevo ya un planning y quiero hacer las visitas por mi cuenta” … la tía de Iberojet, muy maja, que empieza a poner cara de poker pensando que con nosotros no iba a rascar bola …. “Mira es que realmente son unas excursiones bonitas y aquí, en Bangkok, tienes que tener cuidado con los taxistas y ….”. “Nah tu tranquila” le respondo “yo ahora mismo me voy a coger el skytrain aquí al lado en chong nonsi y me voy a ver el Mbk y la casa de Jim Thompson”. Os podeis imaginar, la tía a cuadros, jajajaja, solo me faltaba decirle que a ver si acaso no conocía el peaso de foro de “estar guapa”, jajaja. “Oye, pero tu ya has estado antes en Bangkok ¿no?” Para entonces ya había tirado la toalla con lo de las excursiones opcionales. “No, no” le respondo “es que he tenido la suerte de poder prepara el viaje pillando información de Thai en Internet, y, vamos …. Mira, tu déjame tu número de teléfono y si acaso decidimos hacer alguna excursión te llamamos ¿ok?”. En definitiva, la guía se va medio rebotada y nosotros después de dejar las maletas, no encaminamos a chong nonsi. Humedad, calor, sufriendo como unos condenados llegamos al skytrain (diez minutillos andando, primer contacto directo con la ciudad y sus gentes, unos contrastes increíbles rascacielos al lado de chabolas, gente con traje entre gente descalza y casi casi con taparrabos, ….) y, oño, pero si tiene aire acondicionado el skytrain este, guays, amos se estaba tan a gusto que casi saco otros billetes para darme una vuelta … En fin, llegamos a Mbk, alucinante, una burrada de puestos de ropa (tirada de precio) y en la planta superior artesanía (carilla). Nos dedicamos a chequear los precios y decidimos quedarnos a comer allí en una planta (creo que la quinta) que estaba llena de puestos de comida. A eso de las 3 nos vamos a ver la casa de Jim Thompson que está a 10 minutos andando de Mbk y de camino paramos en un par de tiendecillas de artesanía que están en el mismo callejón, tenían cosas bastante majas y bien de precio. La casa museo está muy muy bien, los jardines son una chulada y las casas, aunque solo sea por fuera ya merecen la pena, las tiendas de souvenirs y de seda también tienen un pase. Cogemos una guía en inglés (no hay en español) y nos va explicando las antigüedades de la casa. En definitiva, me pareció un lugar muy recomendable. Ya por la tarde decidimos volver a la calle Silom a ver Silom Village y cenar por allí. El centro Silom Village no está mal, no tiene tantas cosas como puedes encontrar en el bazar nocturno y quizás los precios no están tan ajustados pero en cambio yo creo que ofrece algo más de exclusividad (yo ví allí tallas de madera que no encontré en otros sitios). Al fondo, cerca de una tienda de tallas muy chulas, hay 2 sitios de bolsos de imitación: uno es el famosillo May 7, muy buenas imitaciones pero de precio increíblemente caro. A mi madre le dio por preguntar el precio de un bolso (de Balenciaga, creo, yo de esto no entiendo …. Jejeje) y le pidieron 180 euros. Directamente, sin regatear ni nada nos piramos a la tienda de al lado. Sencillamente pasábamos de regatear sobre una base de 180 euros, amosss, ni de coña. Nos metimos a la tienda de al lado y al preguntar sobre los bolsos buenos nos llevaron a una especie de sótano donde sacaron imitaciones muy majas (según mi madre) y a un precio más comedido. Al final cayeron 5 de Prada y Louis Vuiton a unos 30 euros cada uno. Salimos contentos con la compra. En resumen, creo que merece la pena dedicarle un par de horas a este sitio.
Cenamos en una pizzería en el hotel (la única en todo el tiempo que estuvimos en Tailandia ya que nos aficionamos a la comida Tai …. bueno, y a la Shinga de dos tercios también) y pillamos un taxi (fuera del hotel) hasta el Night Bazar de Lumpini. Total, que calculando el importe, un euro, decidimos que a paseo el skytrain (más que nada por no ir andando a la estación con el calor y la humedad que hace) y que de ahí en adelante mejor usar taxi (con taximeter). Si queréis un consejo, tirad de taxi constantemente tanto con taximeter (mejor) como sin el, merece la pena porque son 4 pelas lo que vale. Llegamos al bazar y lo pateamos a gusto, muy chulo con la noria, la puerta estilo Jemer de la policía turística (me gustó muchísimo), la carpa de las actuaciones, …. Compré unos nickis de imitación de diesel a unos 3 euros y vuelta al hotel a dormir que el primer día había dado para mucho …

Miércoles, día 31 de Mayo:

Salimos a eso de las 8 a ver Wat Po y Palacio Real (excursión incluida) y un largo circuito que tenía pensado. El Wat Po es una pasada (yo es que soy muy “watero”), bueno, creo que está todo dicho acerca del buda reclinado y sus pies, pero todo el complejo en sí es muy muy bonito. Me llamó la atención el pabellón donde tienen los dibujos de los puntos de masaje, muy curioso. El Palacio Real exactamente tal y como me lo esperaba, grandioso. Los del grupo se piraron a una opcional (¡si es que te frien con las opcionales¡) y nosotros nos fuimos a Tha Tien para cruzar el Chao Praya y ver el Wat Arun. Este templo, es, para mi y junto con el Wat Benchamabopit, lo más bonito de Bangkok aparte de los clásicos Palacio Real y Wat Po. El Wat Arun es, sencillamente, precioso, tiene unos detalles alucinante de porcelana (lo podéis ver en las fotos). Comimos por allí un poco de carne y fruta (yo me ponía morado a piña, es la leche, por 10 bahts te daban una piña entera, el durián riquísimo también) que cogimos en unos puestos, ojeamos los puestos de souvenirs, había uno con dibujos del ramakien hechos sobre piel de vaca chulísimos y contratamos en el mismo embarcadero de Wat arun a un tipo para que nos llevará a visitar los canales por 12 euros los 2 (le tuve que despertar porque estaba echando la siesta, jajajaja), pero comentándole que queríamos que nos dejara en el embarcadero Ratchawong, pegado al barrio chino. Bueno, el tio, majísimo, se tiró una hora y cuarto por los canales, nos dio explicaciones de lo que veíamos y nos enseñó hasta …. ¡2 iguanas gigantes!. Increíble, me quedé a cuadros cuando las vi. Al final nos acercó hasta el embarcadero y nos despedimos tan felices.
El Barrio chino estuvo muy bien también, un caos absoluto pero ordenado al mismo tiempo, subimos hasta cruzar con Sampeng Lane y recorrimos un trozo disfrutando del ambiente, los olores, …. Visitamos un par de templos chinos (uno de ellos fue Wat Mangkon, muy bonito) y volvimos a Yaowarat a ver las tiendas de oro.
Decidimos acercarnos, vía taxi, al River City Complex, un compendio de tiendas de lujo con cosas más que interesantes que ver. Comimos aquí un poco y de nuevo, vía taxi, fuimos a Nickis porque tenía “mono” de comprar un par de relojes que tenía encargados y otro para mi, of course. De Nickis, un par de apuntes relacionados con lo mismo, al loro con los guías y las excursiones opcionales que os venden, pensareis que tengo fijación con esto pero es que desde luego, manda cojones lo de los mayoristas … Una primera circunstancia es que cuando fuimos por la mañana a ver el Palacio Real, una pareja del grupo, viendo que yo sabía un poco por donde me movía, me preguntaron donde podían comprar relojes buenos, yo les comenté que había leido en el foro que había un sitio, nickis, que tenía fama de buenas imitaciones. Acto seguido, la guía comenta que, efectivamente, nickis es muy buen sitio. Bueno, el caso es que al cabo de un par de días nos encontramos porque coincidimos haciendo el Thai Adventure de Iberojet, y me dicen que nickis de p.m. pero que carillo, que habían ido con la guía y que, cada reloj, 50 euros, sin rebajar ni un euro. Yo le comenté que fui solo y pagué solo 30 euros porque yo no había pagado la comisión de la guía …. Y como colofón a este comentario os diré, como segundo apunte, que al entrar en Nickis me preguntó la dependienta que a ver quien me mandaba, le dije que era un dirección que había sacado de Internet y se empezó a escojonar de risa. Obviamente, habréis deducido que al ir sin guia ni “recomendación” pude ajustar el precio un poco más …. Que cada uno saque sus conclusiones. En fin, que compré al final solo 2 relojes muy chulos, buenas imitaciones, un Tag Heuer y un Bulgary por 60 euros, y con esto nos fuimos al hotel a cenar (nos quedamos cenando comida Tai por la calle Silom) y dormir. Un día muy agotador.

Jueves, día 1 de Junio.

Nos levantamos pronto y salimos en taxi para ver el Wat Traimit, y pasear un rato más por Chinatown, que nos había gustado muchísimo el día anterior. El buda de oro (Wat Traimit) es impactante, precioso. Como mi madre tenía antojo de un colgante de buda en oro, el resto de la mañana se nos fue en la calle Yaowarat entre tienda y tienda de oro, y a eso de las 2 volvimos al hotel con unas compras que habíamos hecho y decidimos ir a ver el Wat Benchamabopit y el palacio Vimanmek. Cogimos un taxi y para sorpresa nuestra cuando llegamos a Vimanmek acababa de cerrar (guays, ya tengo excusa para volver a Bangkok …. Jejeje) o sea que nos acercamos a, para mi, quizás el sitio más chulo de Bangkok, el templo de mármol o Wat Benchamabopit. Es soberbio, si os gusta la fotografía, aquí tenéis un sitio ideal para entreteneros porque el entorno es muy muy bonito. Además los monjes estaban rezando lo que le daba un aire todavía más autentico. En definitiva, un sitio genial. Vuelta a coger otro taxi y para rematar, a comprar en Mbk, 6 pares de pantalones: 3 vaqueros diesel a 10 euros y 3 más de tela: diesel (15 euros), versace (10 euros), y otro muy chulo (15 euros), aquí además me cogieron el bajo a los tres en media horita, un montón de nickis de marca a unos 3 euros …. Vestuario nuevo para un año.
A la salida, caía la de dios, ufff, llovía como para no tener que regar las macetas en 3 años. Taxi y vuelta al hotel, dejamos las bolsas y una vez que había escampado, decidimos salir a cenar y pronto a la cama que al día siguiente había que madrugar. El último punto de interés de Bangkok, para mi, la torre Bayoke, quedaba para la noche previa a ir a Bali a la vuelta del circuito.

Viernes, día 2 de Junio.

Madrugón a eso de las 5 y desayuno en un cero coma porque a las 6 clavadas venía un coche con un guía a buscarnos, nos traslada a otro hotel en el cual nos esperaba el grupo en un autocar (5 parejas de honeymooners, majísimos, de lo mejor del viaje el buen rollo general del grupo). Total 12 personas, más la guía, muy (en serio, se llamaba muy), que era, y no es broma, muy muy buena y hablaba castellano a la perfección. Tiempo para dormir en camino a Kanchanaburi. A la llegada paramos en el cementerio de los presos aliados, muy cuidado, muy bonito …. pero, un cementerio. Un poco más de trayecto en bus y llegamos al rio Kway (pronunciado kué), vemos el museo de guerra (pequeñito, tiene un pase nada más) nos damos un paseo en barca (lo mejor) y vemos el puente reconstruido (sin pena ni gloria, no me llamo la atención, de hecho, ni saqué fotos). De lo que había leido solo puedo confirmarlo en gran parte, para mi es un sitio prescindible. Además estaba un poco cardiaco porque sabía que todo el tiempo que pasáramos allí se lo quitábamos a Ayuthaya, un sitio que si tenía muchas ganas de disfrutar. En fín, continuamos el circuito hasta Ayuthaya, comemos allí en un restaurante tipo buffet (para entonces ya apreciaba mucho la comida Tai), y salimos a ver el Phra Si Sanpet y el Mongkol Bopit que están muy bien y es lo que venía recogido como visitas en el itinerario pero no tenemos tiempo libre para ver el Wat Mahathat y el Phra Ram (sniffff, cabreo monumental y otra excusa para volver). Continuamos dirección Lopburi para ver el sitio de los monos y el Prang Sam Yot, el primero no tiene nada y el segundo es soberbio, muy bonito, de estilo jemer (siendo esto así como no será Angkor …). Había monos por todas partes, pero son peligrosillos los muy joios, no dejéis que se os acerquen. Ya bastante “tostaos” por la paliza que llevábamos encima continuamos hasta Phitsanulok, donde cenamos, los de los puestos callejeros flipaban cuando parábamos a comprar comida (recuerdo que cogimos unas bolas con una especie de bechamel de coco por dentro, deliciosas) y aquí ya hicimos noche.

Sábado, día 3 de Junio.

A primera hora de la mañana visitamos el Wat Mahathat que estaba cerquita del hotel, la imagen de Buda es sobrecogedora, preciosa ….. merece la pena la ciudad solo por la imagen de Buda. Fuera del Wat había unas chicas haciendo unos bailes típicos y estuve viéndolas mientras me comía un piña entera troceada, riquísima, que me costo, ¡al loro¡, 10 bahts (una quinta parte de euro ….). Continuamos ruta hacía Sukhotai, un lugar soberbio, bueno, se puede ver en las fotos, cuidadísimo, y en el que, para variar, me falto tiempo para disfrutarlo plenamente (grrrrr). De seguido parada a comer en un restaurante rodeado de tecas, muy bonito, y llegada a Si Satchanalai, también precioso y cuidadísimo, como os podéis imaginar me falto tiempo para recorrerlo, pero bueno …. Seguimos hasta Phrae (pronunciado pra) y paramos en un templo construido por militares, Wat Suthon Mongkhol Khiri, una preciosidad aunque quizás un poco recargado, tiene un buda gigantesco reclinado de estilo birmano. Bueno, llegamos a Phrae y salimos a ver las casas de teca tan características de esta localidad, que no están mal, y cerca había un mercado de fin de semana que estaba cerrando ya pero aun así aprovechamos para chequear un poco. De vuelta al hotel, cenamos en un garito justo enfrente del hotel y aquí descubrí unas de mis debilidades en comida Tai, el pollo con anacardos (una especie de cacahuetes gigantes).

Domingo, día 4 de Junio.

Salimos hacia el lago Payao (un lago, sin más) y llegamos al mediodia a Chiang Rai, tras visitar un templo de un conocido artista local, todo blanco y con cristales, muy muy bonito. Aproveché para comprar un par de láminas de reproducciones de cuadros del artista creador del templo. Comida, dejar las maletas y salida en barca para ver una tribu de la que ni recuerdo el nombre. El paseo en barca muy chulo, pasamos al lado del Dusit Island adonde volveríamos esa noche para cenar pato laqueado (recomendación de la guía azul, sencillamente soberbio, cena para 2 por 20 euros), y también pudimos ver a gente sacando arena del río para crear diques de contención de las crecidas. Una vez llegamos a la tribu se nos acercan los niños para vender pulseras, bolsos, …. bonitos paisajes. Parte del grupo se quejaba de que eran muy muy pesados (y realmente lo eran) pero también hay que entender que ellos viven de vender estos souvenirs y yo en su lugar, probablemente, actuaría igual. A la vuelta al hotel, Wiang Inn, nos acercamos al Wat Jedyod que está cerquita y aunque estaba cerrado me gustó mucho por fuera. El mercado nocturno es bastante pequeño, básicamente se articula en torno a una plaza con un templete para actuaciones. Digamos que está bien para dedicarle un par de horas. Quizá lo mas abundante sean los cuadros y la artesanía de madera. Aquí compre bastante incienso y poca cosa más creo recordar. Nos fuimos a cenar el pato laqueado antes comentado y a la vuelta ya ni paramos en el mercado, nos fuimos a dormir.

Lunes, día 5 de Junio.

Salimos en camionetas a visitar un par de tribus, la primera estaba bajando a pie una cuesta del copón y, como mínimo, eran igual de pesados que los del día previo. Pudimos ver la escuela y el interior de una casa (bastante interesante) y, bueno, no resultaba precisamente fácil hacer fotos puesto que en cuanto te ponías en posición te venían a dar la murga pidiendo dinero porque pensaban que les habías fotografiado. Salimos corriendo (casi literalmente) cuesta arriba para conseguir desmarcarnos de sus marcajes, dignos del mejor defensa central y una vez en las camionetas nos acercamos a la siguiente tribu. Estos ya eran más pacíficos y sencillamente exponían sus souvenirs y tu decidías si te acercabas a interesarte por alguno o no. En este poblado encontré unos frutos muy curiosos llamados jackfruit, eran gigantescos y crecían del tronco del árbol. Continuamos rumbo a Mae Sai, gran sitio para comprar cosillas, tienen de todo en artesanía y a buenos precios. El resto del grupo se fue a una opcional que les habían enchufado (y van …. Nosotros no fuimos, ya sabéis como pienso), más contentos que el copón porque se iban a Birmania. Nosotros sencillamente tiramos de pasaporte, hicimos una fotocopia del mismo, pagamos unos 7 euros cada uno, cruzamos el puente y …. !voila¡ Bienvenidos a Birmania (creo que pagaron los de la opcional 34 euros por barba, sip, 1700 bahts, por esto y luego hacer un paseo en barca por el triángulo de oro …. echad cuentas). En resumen, una vez en Birmania, en Tachilek, nada más cruzar el puente, hay un mercado fabuloso, sobretodo de relojes de imitación (yo pille un Breitling automático, idéntica imitación a los de Nickys, por 20 euros), vamos que si lleváis encargos de relojes ni Nickys ni leches, yo tiraría directo a este mercadillo en Tachilek, prácticamente en todos los puestos venden relojes. Volvimos a Mae Sai, esperamos al resto del grupo y comimos allí para continuar hacia el triángulo de oro, sitio muy muy bonito. Primero visitamos el Museo del Opio, pequeño pero bonito, allí estuve hablando con un motero español que iba hacía Chiang Mai y venía de pasar 2 meses por Camboya, decía que Angkor era sobrecogedor y también comentaba que la gente Tai, especialmente fuera de zonas turísticas, era increíblemente amable y generosa. A la salida, mientras el resto del grupo daba un paseo en barca, nos dedicamos a pasear por la zona y a comprar alguna cosilla. Al regreso a Chiang Rai, a media tarde, salimos via tuk-tuk (unos 60 baht) para ver el Wat Phra Kaew, bonito, y el Wat Phra Singh, precioso, además estaban dentro los monjes orando y estaba todo lleno de perros a las puertas del templo, pero los chuchos estaban medio dormidos como si estuviesen anonadados por los rezos de los monjes, sin duda, es una de las imágenes más bonitas que me llevo de Tailandia. Realmente espectacular, todavía se me ponen los pelos de punta cuando lo recuerdo. El mismo Tuk-Tuk nos dejó, ya bien entrada la tarde, en el bazar nocturno, prácticamente no compramos nada más porque como tenía muy buenas referencias del mercado nocturno de Chiang Mai decidimos esperar a llegar allí. Así pues, a una hora prudencial nos retiramos a dormir.

Martes, día 6 de Junio.

Salimos temprano en ruta hacia Chiang Mai, la Rosa del Norte, llegamos via Bosang (apenas unos kilómetros antes Chiang Mai), donde vemos como se fabrican los famosos paragüas y sombrillas de Papel Saa. Muy bonito e instructivo. Continuamos visitando una fabrica de Seda, nos echan un video explicativo, vemos a los gusanitos comer hojas y nos enseñen como se curran los fulares y demás. Acto seguido nos pasan a la tienda …. el metro de seda a 750 baht …. “oño, precio de España, ya era hora de que alguien me recordara la patria”. En fín, que había cosas muy bonitas con precios igualmente “bonitos”. Tiramos hacia una fábrica de plata, más de lo mismo, detalles del proceso de creación y precios astronómicos (de verás que alguien pensará que tengo fijación con los guías pero es que hay cosas …). Total, que ni rastro de un fábrica de talla de teca, y eso que pasando por Sankamphaeng Road se veían a patadas …. ¿qué os jugais a que la guía no sacaba comisión en ninguna?. Bueno, pues no me quedé sin ver como trabajan la madera, ya contaré. Llegamos al Empress, que no está mal, subiendo por Chanklang Road , la famosa calle del bazar nocturno y después de comer subimos a ver el Doi Suthep, un templo realmente bonito, desde donde se tienen unas vistas de todo Chiang Mai espectaculares. Bajamos del templo y en camino hacia el hotel volvemos a subir por la calle del mercado que ya empezaba a estar en ebullición, bajar del autobús en el hotel y en un cero coma tiramos hacía el mercado. Pues, efectivamente, y tal y como casi todo el foro comenta, a mi también me pareció el mejor sitio para comprar. Lo que es el mercado en sí es un edificio de 3 plantas, como una galería comercial, que tiene de todo, y luego están los centenares de puestos por la calle. Del edificio yo destacaría la tienda de Custo, planta superior y, mi debilidad, 2 tiendas de tallas que están a la derecha de la planta baja. Tienen piezas impresionantes, nos tiramos 2 horas admirando todas y cada una de las tallas, de hecho, en una tienen una pecera gigante hecha de teca, que valía cerca de 2 millones de pelas y que, me dijo el dueño, habían mandado una idéntica a Málaga. Era sencillamente soberbia. Los precios eran carillos pero comparado con el trabajo que tenían …. Vamos que me dejo muy buena impresión este mercado, compramos nickis, tallas (como no), pantalones, …. Eso si, todo el mercado estaba petao de güiris, sobretodo yanquis, es el sitio donde más vi (bueno, en Mbk había a patadas también). De camino al hotel, cargaditos y cansados paramos a darnos un masaje en los pies cerca ya del hotel. Un lujazo, por 4 euros se tiraron las tías una hora y pico masajeando los pies que era una delicia.

Miércoles, día 7 de Junio.

Salimos temprano hacia el campamento de elefantes y a la llegada nos montamos en uno y nos damos una vueltecita por el bosque. Estuvo muy chulo, ya me gustó, y eso que se movía mucho y había veces que parecía que nos íbamos al suelo … jejeje. Lo del paseo en bueyes que hicimos, pssssss, tiene un pase. Luego nos hicieron una demostración de las “habilidades” de los elefantes (para mi absolutamente prescindible, digamos que no me ilusiona ver a un paquidermo darle patadas a un balón) y después bajamos en balsa (divertidísimo, me lo pasé como un crío). De seguido fuimos a la granja de orquídeas y había algunas ciertamente preciosas, bueno, podéis verlo en las fotos. Comimos aquí mismo y, en medio de la comida, salta un lagarto encima de la mesa y de allí salta a mi cuello y se pira de un salto, yo creo que se fue con más susto del que me metió a mi. Ahora me hace gracia, pero, otia, en el momento lo pasé mal. En fín que seguimos hacia el hotel y de allí al aeropuerto donde embarcamos rumbo a Mae Hong Son, llegamos en media hora larga y nos encontramos con un pueblo precioso. Subimos a un templo que está en una montaña y desde allí tenemos unas vistas espectaculares del pueblillo, con el lago y 2 templos de estilo birmano justo en el centro, sencillamente precioso. Nos llevan al hotel, el Fern Resort, que está a 5 kilómetros del pueblo y nos encontramos con que son unos bungalows en medio de la selva, en un entorno muy bonito. Bajamos a cenar al pueblo y chequear las cuatro tiendas que realmente no dan para mucho.

Jueves, día 8 de Junio.

Salimos no muy temprano a ver el mercado local (que es digno de visitar, pero no este, sino cualquiera, porque son muy similares, y alucináis con la de cosas que comen y venden …. jejeje) y desde allí en casi una horita nos plantamos en el poblado de las mujeres jirafa que a mi no me impresionaron mucho porque las tenía ya más vistas que el tebeo de reportajes en revistas. Pero bueno, que está bien, einnn?. Algunas mujeres, muy saladas ellas, hablaban castellano y te contaban cosas de su vida allí, muy interesante la verdad. De seguido hacemos otro paseo en barca (y van …. pero bueno, a mi me gustan) y paramos a comer en un restaurante comida medio occidental con tortilla de patata incluida, snifffff, yo quería comida Tai. Traslado al aeropuerto y en otra media horita estamos en Chiang Mai. Nos volvemos a patear, esa tarde noche, el mercado (compré mas nickys imitación de marca a 2 euros. … paraba en los puestos y decía “3 for 3 hundred” …. me costó encontrar uno ya que es un precio muy ajustado pero al final di con una señora que cedió), cenamos en un restaurante donde había una camarera impresionante de guapa, os juro que era de llamar la atención la chavala y vuelta al hotel que a la mañana siguiente teníamos libre y yo quería madrugar un poco para ver los templos de la ciudad (a estas alturas mi madre estaba ya hasta el gorro de templos … ¿pero todavía quieres ver más? Me decía … jajajaja … la aplaqué diciéndole que después de los templos la llevaba a una fabrica a ver cómo tallaban la teca).

Viernes, día 9 de Junio.

Nos levantamos pronto y tras patear un poquito hacía fuera del hotel y parar en un cajero a sacar dinero, contratamos un tuk-tuk por 80 baht para ver el Wat Phra Singh (muy bonito, estaba lleno de tailandeses que estaban de fiesta por el aniversario de la coronación del rey. Esto de los tailandeses y el rey merece capítulo aparte, le tienen un cariño increíble), el Wat Chedi Luang (precioso, el más bonito de Chiang Mai, tiene un chedi de piedra muy antiguo), el Wat Pan Tao (al lado del anterior, muy antiguo y envejecido y precisamente por eso muy chulo) y el Wat Chiang Man (no está mal, esperaba un poco más de un buda muy pequeñito traído de Sri Lanka, que, pese a ser la gran atracción del Wat, no me pareció gran cosa). De seguido, y con mi madre casi saltándome a la yugular, le dije al tuktukero que le daba en total 100 baht si nos llevaba a una fábrica de tallas y, el buen hombre, enfiló Sankamphaeng Road y nos paró en una fábrica donde había tallas preciosas (se ven en las fotos), nos contaron el proceso de talla, el tiempo que les lleva, cómo es el transporte si quieres que te las manden a España, … una gozada, vamos. Mi madre se encaprichó de unas figuras y las compró por 120 euros, nos las empaquetaron muy muy bien (han llegado perfectas) en una caja que pesaba unos 8–9 kilos (luego, en Bali, nos acordamos de las figuras y de la madre que las pa…. cuando tuvimos la movida del sobrepeso … jejeje). Salimos con la caja, y al ver la cara de felicidad del tuktukero (estos sí que no me importa que se lleven el oro y el moro en comisiones, al fin y a la postre son unos currelas que han tenido la fortuna de topar contigo) le pregunté si estaba contento por la comisión y el majete de él, más humilde que ni se, me dijo que a él solo le daban unos bonos de descuento por llevar allí a turistas (si estos compraban, claro). La verdad es que se me encogió el corazón, me pareció una gran persona. Nos llevó de vuelta al hotel y de aquí al aeropuerto destino Bangkok. Llegamos a eso de las cuatro pasadas y para las cinco y media estábamos en el Narai. Salimos a hacer un poco de tiempo antes de cenar y como del buffet de Bayoke no tenía muy buenas referencias, cenamos por la misma calle Silom y decidimos ir a Bayoke por ver el mirador nada más. Cogimos un taxi y al llegar …. un ascensor, 2 ascensores, y al llegar al tercero … nos piden ticket. “Einnn, que es eso del ticket”, por lo visto para disfrutar de las vistas tienes que consumir (oño, una costumbre muy europea en Tailandia, jajaja). Bajamos y pedimos tickets para un par de cafés … 10 euros cada uno (500 bahts). Jodo, pues si que son caros los cafés. Subimos, nos paseamos por el mirador giratorio y vemos la ciudad a nuestros pies, con los rayos de una tormenta descargando de fondo ….. increíble, eso sí que vale 10 euros o hasta 100. Bajamos unas escaleras al bar y se nos acerca una chica con una carta de combinados y cuando le iba a pedir el cortado de turno, me señala los tickets y me dice que puedo elegir … ¡2 combinados cada uno¡. “Bueno, aquí hemos triunfado como la coca-cola”, me calzo 2 piñas coladas (flojitas de licor, einnn) y después de que mi madre, un poco desatada, se subiera a cantar al escenario de bar, con la orquesta, (le dije que ella no tenía que pedir combinados, ella solo café … pero no me hizo caso … jejeje) vuelta al hotel que al día siguiente había que madrugar porque el vuelo a Bali nos salía a las 8 de la mañana.

Sábado, 10 de Junio.

Madrugón, traslado, facturación … lo típico … y tras 4 horas de viajes empezamos a ver las cumbres de varios volcanes asomar entre las nubes …. “Indonesia, ¡qué buen rollo!”. Tomamos tierra a las 2 de la tarde y nos recoge el guía para cercarnos al hotel (pedazo de hotel, el Inna Putri Bali, y eso que es de los más cutres de Nusa Dua), llegamos y cuando nos pide el bono de mayorista resulta que lo habíamos perdido, mi madre cardiaca pensando que teníamos que buscarnos otro hotel (¡qué pobre!) …. “que no, mama, que esto del bono es solo para la agencia local, que nosotros tenemos reservada y pagada una habitación aquí”. En fín, nos dice el guía que ya nos llamará viendo como lo solucionamos (al final, le dejamos el folleto del itinerario que nos dio la agencia firmado por ambos … no problem) y empieza él con el festival de opcionales. Ya os imagináis, me visto de luces, saco el capote y empiezo a dar pases por chicuelinas …. “que no me interesa”, “que ya he contratado un guía”, “que le conozco al guía y tengo muy buenas referencias”, “que si se estropea el coche ya nos buscaremos la vida” …. Al final se pira el guía de Iberojet echando humo por las orejas y nos bajamos al restaurante a comer mientras hacíamos tiempo hasta las cuatro y media para que llegara Mario, el guía que había contratado vía Internet, un tio, que como luego nos demostró, era majísimo tal y como había leído de él previamente. Subimos del restaurante un poco mosqueados porque eran las cinco y ni rastro de Mario y al llegar al vestíbulo resulta que llevaba allí nuestro guía, vestido de balines y todo, media hora esperando porque no había querido bajar al restaurante por no molestarnos. Mario llama al conductor (Lucas) y nos montamos los cuatro en una furgoneta Isuzu con aire acondicionado camino de Uluwatu. Llegamos y nos encontramos con un paraje absolutamente precioso, a reventar de monitos y en un entorno natural increíble con unos acantilados de 100 metros y unas olas gigantes rompiendo sobre ellos (yo, que soy de Donosti, ya tenía unas ganas locas de ver el mar). Vemos a los balineses rezando y Mario nos va contando cosas del templo mientras vemos la puesta de sol (impresionante). Acto seguido nos acerca a Kuta y quedamos con él en 2 horas para que nos llevara de vuelta a Nusa Dua. El primer contacto con Kuta fue agridulce, pese a ser un sitio muy bonito, tanto Matahari como las tiendas de Kuta Square y los puestos callejeros me parecieron pelín caros, sobretodo, acostumbrados como estábamos a los nickys imitación de marca de 2 euros de Chiang Mai, los únicos chollos eran los polos Ralph Lauren, en tiendas oficiales, que andaban por unos 15 euros y yo juraría que eran auténticos y también la ropa de surf (que yo no suelo vestir) y que no andaba cara en tiendas de Billabong, O`Neill, ….. La artesanía también carilla (al día siguiente nos explicó Mario que al ser zona muy turística los precios se disparan un poco). Así pues y entre el cansancio del viaje y que tenía mono de fútbol y acababa de empezar el mundial, pillamos unas hamburguesas en un garito y un par de Bintang y esa noche me quedé en el hotel viendo un partido.

Domingo, día 11 de Junio.

Salimos a eso de las 8 y media del hotel y vamos hacia Batubulan donde vemos una representación de la danza Barong y, dentro de esta, una representación de Legong (absolutamente soberbia toda la obra, tenía unas ganas locas de verla) mientras una orquesta de Gamelan va tocando al ritmo de la obra. Se que me repito más que el chorizo, pero de verás que Bali, culturalmente, no tiene rival en el mundo. Continuamos en el mismo pueblo hacia una fábrica de talla de piedra …. Impresionante, es que no se puede contar, hay que ir y verlo. Le pegan tanto a la piedra arenisca (blanda) como a la volcánica (dura de cojo…) y se curran unas figuras …. bueno, lo dicho, mejor ir y verlo, las fotos que saqué no hacen justicia. Seguimos hasta cerca de Batuán para ver una galería de pinturas con unas obras preciosas de estilo naif (típico balines), wayang (típico también) y abstracto. Como nos había dicho Mario (aquí se ve la diferencias entre guías y “guías”) precisamente por ser de gran calidad eran pinturas caras y, si queríamos podíamos regatear y comprar pero, casi mejor, comprar en el mercado de Ubud, ya que por un precio mucho más rebajado te podías llevar obras que, sin ser tan finas, también eran muy buenas …. (¿cuántos guías os dicen que no compréis en los sitios a los que os llevan? …. pues eso). Seguimos a una fábrica de tallas de madera y, teniendo todavía en la retina las tallas de Chiang Mai, a mi estas me parecieron todavía más curradas y detalladas (que ya es decir), pero bueno, cuestión de gustos …. Seguimos hacia Ubud, capital cultural de Bali, un sitio precioso, vemos el palacio real, el Pura Desa y bajamos al café Lotus donde se encuentra el Pura Sukawati (hablo de memoria). Comemos allí mismo, en un entorno espectacular, por unos 12 euros los dos y subimos a tomar un primer contacto con el mercado de Ubud, muy bonito y colorido. A primera hora salimos rumbo al lago Batur, parando primero en un mirador de campos de arroz impresionante, precioso, bueno mirad las fotos y juzgad vosotros mismos, pero la niebla nos fastidia un poco la visión del lago aunque hace que el templo Pura Ulun Danu luzca con un halo de misticismo precioso al estar envuelto por la neblina. De los templos no comento mucho por no repetirme pero os podéis imaginar que son todos absolutamente espectaculares. Continuamos hacia el famosísimo templo de Tanah Lot, en un entorno precioso, y que es, junto con el templo de lago Bratan, la imagen más difundida de Bali. Impresionante, con este si que me quedo sin palabras. Os podéis hacer 20 horas de avión que es lo que hay de España a Bali sólo por ver este templo y los acantilados cercanos y aún así os garantizo que volveréis con una sonrisa. Continuamos hasta la famosa Jalan Legian , la calle que une Kuta, Legian y Seminyak y que está llena de tiendas de todo tipo, nos despedimos de Mario y Lucas y cenamos y consumimos allí las últimas horas de la tarde antes de coger un taxi para volver a Nusa Dua (pillad los que pone taksi encima y son marrones y pactad siempre el precio, os saldrán más baratos que los azules de bluebird ya que estos tiran siempre de taxímetro).

Lunes, día 12 de Junio.

Salimos a las 8 y media hacia Dempasar para ver el museo de la independencia (aquí nos llevó Mario de motu propio, porque yo este sitio no lo conocía), muy bonito, y continuamos rumbo hacia el lago Bratan parando en el mercado de Bedugul, pequeñito y quizá el mejor sitio para comprar porque no hay turistas y yo aproveché para comprar una talla y una máscara de Barong que pesa como un demonio por 30 euros. Llegamos al lago Bratan, un entorno precioso porque como el Batur, es un lago sobre un cono de volcán extinguido y aunque hacía allí arriba un día de perros pudimos disfrutar del paisaje del templo del lago envuelto por la niebla, exactamente como el día anterior. De aquí continuamos hacia Mengwi, para ver el templo, que es también precioso y donde estaban celebrando un ritual hinduista, para continuar hacia Ubud donde comimos y pasamos el resto de la tarde en el mercado comprando cuadros. A última hora de la tarde y llegando a Nusa Dua le pedimos a Mario que nos recomendara un sitio para cenar y nos acercó a Bualu, al lado del hotel Grand Hyatt, donde había unas tiendas de artesanía bastante asequibles de precio y unos cuantos restaurantes. Nos recomendó el Nelayan, un gran restaurante, donde nos trataron a capricho y donde repetimos todos los días (teníamos un 20 por ciento de descuento, nos trasladaban desde y hacia el hotel después de cenar … una gozada, vamos). Si pasáis por allí, preguntad por Rai, es un camarero que está intentando aprender castellano y charlad un ratillo con él … os lo agradecerá enormemente.

Martes, día 13 de Junio.

Salimos rumbo a Goa gajah, la cueva del elefante, un sitio precioso y desde aquí subimos hasta el templo de Kehen, en Bangli. En un principio éramos de ir a Besakih pero había oído que había “movidas” con guías foráneos (en la guía azul ponía que acababa dejando muy mal sabor de boca) y Mario me confirmó que esto era así por lo que decidimos cambiarlo por Kehen que es otro sitio espectacular. La docena de tiendecillas en Kehen también son ideales para comprar porque por aquí no vienen muchos turistas y también podéis ajustar mucho el precio. Desde Kehen bajamos a Klungkung para ver el palacio de justicia y lo cierto es que una de las cosas que más me han gustado de Bali. Las pinturas sobre el artesonado del techo de estilo wayang son preciosas y el pabellón flotante es increíble también …. muy muy bonito, hay están las fotos. Volvimos a comer a Ubud, esta vez en bebek, otro sitio precioso rodeado de arrozales y, de nuevo, nos tiramos media tarde en el mercado para acabar regresando ya de noche a Nelayan a cenar, y nos despedimos ya definitivamente de Mario y Lucas. Un tío que merece muy mucho la pena, si tenéis pensado visitar Bali no dudéis en contratarle, os vais a ahorrar pasta y vais a estar mucho más a gusto decidiendo vosotros que ver a cada momento y cuánto tiempo queréis pasar en cada sitio. El correo de Mario es mario_widi@hotmail.com.

Miércoles y Jueves, días 14 y 15 de Junio.

Bueno pues este día 14 iba a ser en principio para ir a Yogia a ver Borobudur y Prambanan pero con el desastre del terremoto decidí posponerlo para mejor ocasión así pues nos dedicamos a pasear por la mañana por la playa de Nusa Dua y por la tarde fuimos a ver el famoso atardecer en la playa de Kuta, precioso, parece que el tiempo se quedara bloqueado cuando cae el sol. El jueves hicimos prácticamente lo mismo.

Viernes, día 16 de Junio.

El avión salía por la tarde y el guía no venía a buscarnos hasta las 2 así que decidimos ir a ver Bali Collection (antiguo Nusa Dua Galleria), que todavía está de obras pero ya hay varias tiendas abiertas … me pareció muy pijo, como muy montado para japoneses, que de hecho van por allí a pares. Aun así compramos unos polos en la tienda oficial de Ralph Lauren y nos movimos hasta Nusa Dua Area, cerca de traggia, un mercado con hiper de tres plantas, carillo, que está en la entrada de Nusa Dua. Aquí en Nusa Dua Area, mejor rollo, porque es más zona de “trinchera” …. más tipo mercadillo para entendernos, muchos puestos que abrían en ese momento y, claro, al ser los primeros clientes nos hacían buenas rebajas porque esta gente cree que el hacer una buena primera venta es sinónimo de tener un gran día en lo que a ventas se refiere, digamos que son bastante supersticiosos. Volvimos al hotel a esperar al guía y una vez en el aeropuerto tuvimos la movida del sobrepeso ya comentada en el foro. Yo creo que en total, incluyendo el peso de las mochilas andábamos por los 110 kilos y facturados iban unos 70 kilos. Bueno que nos pedían 48 dólares por cada uno de los 20 kilos que llevábamos, unos 800 euros ….. me veía regalando ropa y tallas a medio Bali … jejeje. El caso es que gracias a un tipo que sabía español no pudimos sobornarle al de Thai con 100 dólares pero si nos bajo el sobrepeso a 5 kilos y nos dejó facturar también otra bolsa gigante con tallas que llevábamos, así pues cotizamos 200 euros por unos 80 y pico kilos y contentos y felices de vuelta a España …..
Bueno, pues esta es la crónica (si algo se me ha pasado lo postearé en su momento) escrita para el foro en compensación a la ayuda y consejos que recibí en su día. Gracias de nuevo a Ta Jose, Itxu, Fino, Bcn …..amosss, todos los del foro que han contribuido a haber hecho de este el mejor y más currado viaje de mi vida (hasta la fecha, einnn???).
Procurad ser felices.